miércoles, 8 de agosto de 2012

APÓCRIFOS DE KHAYYAM (14)

por CLAUDIO MADAIRES
claudio.madaires@gmail.com





Mutanabbi fue muerto por bandidos
muy cerca de Bagdad, en tiempos idos.
¿Quiénes fueron las fieras asesinas?
¿Por quiénes, oh Sultán, fueron paridos?





Hay pétalos de aurora. Te canta un ruiseñor.
Aunque ordenen que cante, no a ti, sino al Señor,
el pajarillo libre le pía a quien desea.
Pero duermes, ¡oh, Leila!... ¿Lo sabrá tu cantor?




«¿Puedes justificarte, ¡oh segadora Muerte!?»
«Justifica tu vida, la que Dios te dio en Suerte,
y luego vuelve a mí, y oirás mi Gran Respuesta.
«¿Y qué responderás si acabo en polvo inerte?»




Cuando nos diste vida, sarcástico Universo,
nos diste una moneda de infinito reverso.
Gastado el pobre oro de mendigo o Sultán,
ninguno ha de volver a derrochar su anverso.



© Claudio Madaires, de su libro Apócrifos de Khayyam

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