por CLAUDIO MADAIRES
claudio.madaires@gmail.com
¿Ya vienes hacia mí, Melancolía,
a estrecharme en tus brazos, cuando el día
ha cedido a la noche su corona?
Si no fuera por tí no bebería.
Este niño varón que me has parido
será Sultán o esclavo, pues nutrido
desde el vientre materno por Azar,
su Padre, tendrá un fin desconocido.
Ya soy sordo a su voz; ya se ha apagado.
Concédeme, Señor, si me has creado,
siquiera de mi amada algún suspiro...
¿A tal feroz Silencio has condenado?
Después de todo el oro, del Poder,
de cuanta fruslería a poseer,
¿deseas, ¡oh, Sultán!, el Gran Espejo,
el que volviera eterno lo que ayer?
© CAGB (Claudio Madaires, seudónimo)
De su libro Apócrifos de Khayyam
Archivo del blog
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario